Escándalo mayúsculo el que se ha destapado en la NBA. El New York Post ha desvelado que el FBI está investigando la manipulación de partidos las dos últimas temporadas por parte de un árbitro que apostaba en partidos que arbitraba él mismo. En el caso estarían envueltos el estamento arbitral y grupos mafiosos.
Todavía no se ha revelado el nombre del árbitro. Las autoridades están investigando no sólo los partidos en los que él arbitraba. Al parecer el colegiado pudiera haber realizado llamadas telefónicas para alterar el resultado de algún encuentro en los que él, o sus socios, hubieran apostado.
Aparentemente todo empezó cuando el árbitro, con problemas de ludopatía, se endeudó y se metió de lleno en esta actividad ilegal para poder pagar su deuda.
El comisionado David Stern está al tanto de la investigación y, de momento, ha preferido no pronunciarse, al igual que Lamell Morris, jefe de los árbitros de la NBA, quien se ha limitado a decir: “Estas acusaciones, si son verdaderas, son muy serias. De momento, es un tema federal y no tenemos nada que decir”.
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