En la final de la conferencia este de la NBA de la temporada 1986-87, los Pistons de Detroit habían sido derrotados, después de una disputada serie que llegó al séptimo partido, por los Boston Celtics, que eran los vigentes campeones de la NBA. Fue la serie en la que, en el quinto partido, se produjo el famoso robo de Bird y la consiguiente canasta de Dennis Johnson.
Después del partido, el entonces rookie de los Pistons Dennis Rodman no tuvo mejor ocurrencia que decir que Larry Bird estaba sobrevalorado, porque era blanco. Cuando los periodistas fueron con el cuento a Isiah Thomas, ya entonces una megaestrella, se rió ante la pregunta y seguidamente soltó: "Si fuese negro solamente sería otro buen jugador". Un grave error propio de un novato pero no de un jugador asentado en la liga.
Los Celtics se habían clasificado para la final de la NBA contra los Lakers, pero todo el país, incluso fuera del ámbito del baloncesto, no hablaba nada más que de las palabras de Thomas.
Durante una reunión de los Celtics en un hotel de Los Ángeles, donde se encontraban preparando la final, sonó el teléfono y K.C. Jones pasó el teléfono a Bird. Era Isiah Thomas llamando para disculparse. Al parecer Larry Bird no le había dado demasiada importancia al tema hasta entonces. Fue al oír la voz del base de Detroit cuando se dio cuenta que algo estaba sucediendo. Durante la conversación trató de intentar tranquilizar a Thomas y convencerle de que no había pasado nada. Después, sí le pidió algo: que llamase a mamá Bird, una gran seguidora de Indiana University y de Thomas cuando jugaba para los hoosiers.
La NBA, como siempre preocupada por su imagen y por todo lo que tiene que ver con ella, llevó a Thomas a Los Angeles para una conferencia de prensa a la que entró acompañado de Larry Bird. Al parecer, los periodistas no se calmaron, después de haber centrado sus preguntas y correspondientes palos en Thomas, hasta que Bird decidió levantarse e irse proclamando que ya había oído todo lo que necesitaba oír, que el tema ya estaba aclarado con Isiah y que lo que tocaba en aquel momento era concentrarse y prepararse para la final ante los Lakers.
La realidad es que, desde que pronunció esas palabras, la reputación de Thomas se resintió durante toda su carrera en la NBA. Los mal pensados pudieron pensar luego que Bird mintió cuando le quitaba hierro al asunto y que, en realidad, se la estuvo guardando a Thomas durante mucho tiempo hasta que, como directivo de los Pacers, le echó del banquillo del equipo de Indiana.
Después del partido, el entonces rookie de los Pistons Dennis Rodman no tuvo mejor ocurrencia que decir que Larry Bird estaba sobrevalorado, porque era blanco. Cuando los periodistas fueron con el cuento a Isiah Thomas, ya entonces una megaestrella, se rió ante la pregunta y seguidamente soltó: "Si fuese negro solamente sería otro buen jugador". Un grave error propio de un novato pero no de un jugador asentado en la liga.
Los Celtics se habían clasificado para la final de la NBA contra los Lakers, pero todo el país, incluso fuera del ámbito del baloncesto, no hablaba nada más que de las palabras de Thomas.
Durante una reunión de los Celtics en un hotel de Los Ángeles, donde se encontraban preparando la final, sonó el teléfono y K.C. Jones pasó el teléfono a Bird. Era Isiah Thomas llamando para disculparse. Al parecer Larry Bird no le había dado demasiada importancia al tema hasta entonces. Fue al oír la voz del base de Detroit cuando se dio cuenta que algo estaba sucediendo. Durante la conversación trató de intentar tranquilizar a Thomas y convencerle de que no había pasado nada. Después, sí le pidió algo: que llamase a mamá Bird, una gran seguidora de Indiana University y de Thomas cuando jugaba para los hoosiers.
La NBA, como siempre preocupada por su imagen y por todo lo que tiene que ver con ella, llevó a Thomas a Los Angeles para una conferencia de prensa a la que entró acompañado de Larry Bird. Al parecer, los periodistas no se calmaron, después de haber centrado sus preguntas y correspondientes palos en Thomas, hasta que Bird decidió levantarse e irse proclamando que ya había oído todo lo que necesitaba oír, que el tema ya estaba aclarado con Isiah y que lo que tocaba en aquel momento era concentrarse y prepararse para la final ante los Lakers.
La realidad es que, desde que pronunció esas palabras, la reputación de Thomas se resintió durante toda su carrera en la NBA. Los mal pensados pudieron pensar luego que Bird mintió cuando le quitaba hierro al asunto y que, en realidad, se la estuvo guardando a Thomas durante mucho tiempo hasta que, como directivo de los Pacers, le echó del banquillo del equipo de Indiana.
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