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Los New York Knicks siguen siendo noticia y, como casi siempre, no por lo que pasa en la cancha sino por lo que sucede en los despachos y en el banquillo. Walsh y D'Antoni se han puesto a la tarea de limpiar el desastre que Isiah Thomas dejó tras de sí. Todo sirva para que Lebron James se encuentre la casa limpia cuando recale en la Gran Manzana y para que el límite salarial permita poner un puñado de buenos jugadores a su alrededor.Tras una semana en la que se han librado de tres lastres -Zach Randolph, Mardy Collins (Clippers) y Jamal Crawford (Warriors)- y con Eddy Curry en el siguiente puesto de la lista, va Stephon Marbury y la arma. Marbury ha dejado tirado a sus compañeros -así lo han entendido los mismos en sus declaraciones a los medios de comunicación- y tras los traspasos, con sólo ocho jugadores "útiles", se rajó y se quedó en el banquillo alegando una lesión.
Walsh, D'Antoni y la plantilla ya han dicho por activa lo que habían dicho antes por pasiva: vete con tu tatuaje, cuanto antes. Puede incluso que volvamos a ver otra vez una solución empresarial marca New York Nicks: seguir pagando a un jugador al que le han dado puerta. Al tiempo.
menudo pájaro!
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