Artículo de Ignacio López Calvo
Hoy mismo, hace unas cuantas décadas, Dr. Martin Luther King Jr. habló de un sueño que acaba de verse cumplido con la llegada del primer presidente afroamericano. Bueno, pues Rudy acaba de ver cumplido otro sueño, aunque bastante más modesto: el de ir al partido de los novatos de la NBA y participar en el concurso de mates.
Obviamente, lo tendrá más que difícil al competir con gente todavía más atlética que él pero yo creo que con que le hayan votado, ya ha conseguido una gran victoria: el 14 de febrero se convertirá en el primer jugador europeo de la historia en participar en un concurso de mates que resucitó el año pasado el otro Supermán (además de Shaq), Dwight Howard.
La fama de Rudy en este país se debe tanto a su increíble actuación en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín como a los espectaculares mates (alley-oops) que suelen llegar a manos de las buenas asistencias de su compatriota Sergio Rodríguez (quien, por cierto, debería darle el pase en el concurso pero ha preferido irse de vacaciones).
Para llegar ahí, Rudy ha tenido que derrotar, con una votación pública en internet durante dos semanas (es la primera vez que se hace esto), a dos atléticos competidores: el base Rusell Westbroook (del Oklahoma City Thunder) y el alero Joe Alexander (de los Milwaukee Bucks). Este último, en los vídeos promocionales que los tres colgaron en la página oficial de la NBA para que votaran por ellos, demostraba cómo podía tocar el aro con la nariz. Pero el resultado se veía venir porque los comentaristas televisivos se inclinaban por Rudy, un jugador que además de caer bien, tiene el morbo de que una nunca sabe con qué va a salir en la cancha. Además, su participación en los Trail Blazers ha sido mucho más significativa que la de Alexander con los Bucks.
El vídeo de Rudy, por cierto, era bastante gracioso, tocando la guitarra clásica (sin complejos con los estereotipos) sin saber tocarla y con un nivel de inglés de andar por casa (…y ya es mucho decir). Aunque sus demostraciones de mates para el concurso eran más bien poco ambiciosas, su excusa (expresada tanto en un inglés dubitativo como en un castellano con confianza) fue que si querían ver algo mejor, que votaran por él.
El mallorquín será uno de los cuatro participantes del concurso. Curiosamente, competirá con alguien que involuntariamente le dio la fama en Estados Unidos, dejándose dar un mate en pleno rostro en la final olímpica: Rudy lo metió en el póster, como se dice por estos lares. Se trata del flamante campeón de la última edición, Dwight Howard, el gigante de los Orlando Magic que consiguió resucitar un concurso que, para mí, llevaba muerto ya varios años. Con humor y con una capacidad de salto casi sobrehumana, consiguió varias calificaciones de 10 consecutivas.
Rudy competirá además con otro ex campeón del concurso: el pequeño jugador de los Knicks, Nate Robinson, quien, a mi juicio, ganó en 2006 no tanto por el mate que hizo (lo tuvo que intentar una infinidad de veces) como por el mérito de ser tan bajito (los que sois al menos tan viejos como yo recordaréis cómo en 1986 Spud Webb ganó injustamente a Dominique Wilkins ayudado también por su pequeña estatura). El cuarto contrincante será el compañero de Marc Gasol en los Grizzlies de Memphis, el atlético Rudy Gay.
Si el de Portland consiguiera la proeza de ganar el concurso (y por qué no soñar… ya tiene méritos igualmente increíbles en su palmarés), su nombre quedaría inscrito junto al de los míticos Julius Erving, Michael Jordan, Dominique Wilkins y otros cuantos más. Está difícil, pero no es imposible porque muchas veces no se trata tanto del mate en sí como de saber dar espectáculo con las caras y gestos que pones después del mate, la originalidad de la pirueta y del traje (recordemos el atuendo de súperman de Howard en la última edición del concurso), el caerle bien al público y sobre todo a los jueces, la originalidad del pase (la estrella de los Pórtland, Brandon Roy, será seguramente quien le dé el pase a Rudy), etc. Y Rudy, sin duda, personifica la novedad en el concurso: aquí la gente siente mucha curiosidad por él, sólo superada quizás por su compañero de selección, el próximamente NBAble Ricky Rubio.
Eso sí, si hubiera que hacer apuestas, yo diría que este año Howard se unirá a Michael Jordan y Jason Richardson, los únicos jugadores que han conseguido (o querido) ganar el torneo en dos ocasiones. Digo lo de “querido” porque otra manera de resucitar este antes moribundo torneo sería tener ahí a las verdaderas estrellas de la NBA (LeBron James, Kobe Bryant, Dwyane Wade y compañía…) pero, lamentablemente, como el dinero que ofrecen es insignificante para estos millonarios, pasan de concursar.
Para terminar, además de tener al mallorquín en el concurso de mates, tendremos el aliciente de verlo también en el partido de los novatos contra los de segundo año, junto con Marc Gasol, quien, por cierto, acaba de montar un buen escándalo criticando tanto la actitud de sus compañeros de equipo como a la organización de los Grizzlies (lo que me huele a que está siguiendo los pasos de Juan Carlos Navarro y pidiendo el traspaso urgente). Bueno, paro ya. No se pierdan el primer concurso de mates de la NBA en que participa un español.
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