Lo último ha sido la pataleta de George Karl después del quinto partido en la que Pau Gasol ha sido puesto como ejemplo de la, según el entrenador de los Nuggets, diferencia de trato por parte de los árbitros.
Pero la cosa no ha quedado allí y hasta se ha hablado de ¡¡¡compra de un partido!!! El precio: 50.000 dólares, la multa que pagaron los Lakers por criticar a los árbitros tras el cuarto encuentro. El razonamiento de los Nuggets es que la multa fue poco menos que una inversión para cambiar el criterio arbitral y ser beneficiados en el siguiente partido.
¿Pretenden los Nuggets que sean esta vez ellos los beneficiados? ¿Es una reacción en caliente de deportistas con mal perder? El siguiente partido en Denver va a ser la guerra...
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