¿Cuánto dinero ha perdido la NBA y las televisiones con la eliminación de los Cavaliers? Pues seguramente mucho.
Está claro que, al final, el campeonato lo disputarán los más fuertes y los que más se lo han merecido pero, de cara al gran público, al espectador que sólo se acerca a los grandes acontecimientos atraído por los nombres y la promesa de espectáculo, esta final se ha quedado en un quiero y no puedo. Un paso atrás, pensará David Stern. Después de una final - la del año pasado - con los Lakers y los Celtics de protagonistas el tener, frente a frente, a los jugadores con más tirón de toda la liga era todo un sueño.
De todos modos, pensarán por las altas instancias, hubiese sido mucho "peor" una final Denver-Orlando. ¡Menuda pesadilla para la cuenta del banco!
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