A través de Jugones hemos descubierto el vídeo censurado. Abajo se puede ver el segundo que se ha rescatado tras la censura de Nike; esperemos que aparezcan más porque la calidad deja mucho que desear, pero sirva como desagravio a Jordan Crawford, el atrevido dunker que le puso el ombligo a la altura de la nariz al Rey.
La polémica del ya famoso vídeo ha sido la comidilla del mundo del baloncesto yanqui desde que el agravio tuvo lugar. Desde Kobe Bryant hasta el gusano Rodman, las voces se han levantado para demandar al Rey que se deje de escurrir el bulto y saque la cinta (ahora ya que saque la fetén) de la afrenta.
Da la sensación de que esto no va a quedar en el olvido y a Lebron James le espera una temporada "divertida". Alguien como él, que desde el momento en que lanza los famosos polvos al aire hasta que acaba el partido no para de dar espectáculo dentro pero también fuera de la cancha; muchas veces le vemos desde el banquillo riéndose, aplaudiendo, chocando palmas... ante las acciones de sus compañeros -un mate, un tapón; siempre hay un rival ridiculizado-. Le estará más que bien empleado el que le paguen con la misma medicina. Dentro vídeo:
La polémica del ya famoso vídeo ha sido la comidilla del mundo del baloncesto yanqui desde que el agravio tuvo lugar. Desde Kobe Bryant hasta el gusano Rodman, las voces se han levantado para demandar al Rey que se deje de escurrir el bulto y saque la cinta (ahora ya que saque la fetén) de la afrenta.
Da la sensación de que esto no va a quedar en el olvido y a Lebron James le espera una temporada "divertida". Alguien como él, que desde el momento en que lanza los famosos polvos al aire hasta que acaba el partido no para de dar espectáculo dentro pero también fuera de la cancha; muchas veces le vemos desde el banquillo riéndose, aplaudiendo, chocando palmas... ante las acciones de sus compañeros -un mate, un tapón; siempre hay un rival ridiculizado-. Le estará más que bien empleado el que le paguen con la misma medicina. Dentro vídeo:
Bastante tuvo con la derrota ante Orlando. No seais malos.
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