Con los Lakers de vacaciones antes de lo previsto; su entrenador en su rancho; y una
nueva reconstrucción de la plantilla a la vista no había mejor momento para hincarle el diente a este libro de
Phil Jackson (también lo firma
Michael Arkush: ya sabemos quién ha hecho el trabajo
sucio).
El libro acaba con Jackson dirigiéndose en su mercedes a su rancho de Montana y, parece, que dejando atrás su etapa angelina. Atrás quedaban: la
temporada 2003-04 con derrota en la final ante los Pistons de
Larry Brown incluida; un
Kobe Bryant -de veintiséis años- exigiendo que el equipo traspasase a
Shaq (como es bien sabido, el pívot acabaría en Miami, donde ganaría un anillo) y con un
juicio por violación pendiente; y a la pareja
Gary Payton-
Karl Malone que se quedaron sin el anillo que buscaban (Payton finalmente conseguiría ser campeón con el Heat de Miami).
Leer siete años después sobre aquella "última temporada" da qué pensar sobre
qué futuro le espera a Mike Brown en Los Ángeles. ¿Ha madurado Kobe lo suficiente como para ponerse las pilas y encabezar la renovación aunque la franquicia no le haya hecho caso esta vez -su elegido era
Brian Shaw- o volverán las quejas de la superestrella?
También queda en el aire -aún más- el interrogante sobre el futuro profesional de Phil Jackson. En su última rueda de prensa no dio un no rotundo a la posibilidad de volver a entrenar y, viendo lo que escribía tras aquel tropezón en 2004, no podemos evitar pensar que dentro de un año quizás lo tengamos al mando de un equipo -siempre con estrella-.
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