Los Clippers, sí... los Clippers

Los Clippers son uno de esos equipos que caen simpáticos a todo el mundo, como aquellos compañeros de clase que no pegaban ni golpe pero que eran buena gente, se sentaban al final y no incordiaban. El pariente pobre de Los Ángeles es una franquicia conocida por estar siempre en la cola, por conseguir números altos del Draft y desgraciarlos sin consideración, por realizar traspasos sin pies ni cabeza, pero siempre manteniendo unos números resultones en el balance contable.

clippers.com

El año pasado los aficionados de los Clippers -hasta yo tengo un colega que dice que lo es- se frotaban los ojos ante la resurrección de Blake Griffin después de un año en el dique seco. Pero es que la "racha" continúa: hoy se ha confirmado que una de las estrellas de la liga, Chris Paul, se marcha a la otra franquicia de Los Ángeles. Eso sí, lo consiguen a cambio de casi nada (Gordon, Kaman, Aminu y una primera ronda del Draft).

Buena parte de la culpa -en realidad toda- de que Paul acabe en los Clippers la tiene David Stern por ser obligado a negarse al traspaso que hubiese dado con Chris Paul en los Lakers. Encima, al final habrá que darle la razón y todo ya que si bien los Clippers consiguen los titulares de prensa son los de NOLA los que han logrado la cuadratura del círculo deportiva y financieramente.

El que con esos mimbres consigan armar un buen cesto es algo que está por ver. De momento, este año puede que el espectáculo no se vista de oro en LA y, en cualquier caso, hay que felicitarse por descubrir que los Clippers existen.

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