Greg Paulus parece que va a cumplir su “amenaza” y jugará, o al menos lo intentará, el año que le queda para formar parte de un equipo universitario al fútbol americano en la Universidad de Syracuse. Paulus, antes de comenzar a jugar al baloncesto en Duke, era una estrella del fútbol americano en el estado de Nueva York. Mucha gente se llevó las manos a la cabeza cuando se decidió por el baloncesto. Por cierto, que declinó jugar al baloncesto para esta misma universidad cuando se decidió por el deporte de la canasta.
Evidentemente, el que Paulus se haya planteado el comenzar una nueva “carrera” no tiene más secreto que sus posibilidades de jugar en la NBA eran de cero. Pocas más serán las de poder llegar a jugar profesionalmente al fútbol americano - salvo que estemos ante un auténtico fuera de serie - tras cuatro años en blanco. Además, al ex Duke le tocará ponerse en forma: sus kilos son pocos para lo que se estila en el primo del rugby.