A veces sucede. Pones la tele y aparece un jugador desconocido, uno de esos que suele calentar banquillo, y arma el taco.
La verdad es que a los Pacers no los he visto en todo el año -las cosas de vivir en la costa oeste- pero ayer tuve la oportunidad de ver su victoria ante los Sacramento Kings.
Al mando de los de Indiana durante gran parte del partido estuvo Travis Diener y ¡vaya cómo jugó! Enchufó cinco de siete triples, algunos de ellos estratosféricos.
Supongo que será una de esas ocasiones que Travis recordará toda su vida y tras su machada volverá a las profundidades del banquillo.