La estrella era Chris Mullin

Ayer fue una noche especial en Oakland. Se retiraba el número de un mito de los Warriors, Chris Mullin, y el homenaje no salió del todo bien... La próxima vez seguramente que tendrán cuidado y pondrán las ceremonias en las que intervenga el propietario mayoritario antes de traspasar a la estrella de la franquicia.

En el vídeo de abajo se puede ver el abucheo que le dedicó el público a Joe Lacob, dueño de los Warriors. A su rescate primero acudió Mullin y después tuvo que salir el mismísimo Rick Barry a echar la bronca al respetable. A este hombre le han puesto las cosas fáciles para montar la franquicia en San Francisco.

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Golden State Warriors 2011-12

Imagen vía WikipediaEl año pasado los Warriors cambiaron de propietarios y desde el primer momento dio la impresión de que los nuevos dueños querían que su inversión fuese rentable.

Durante los meses posteriores, a los aficionados de la zona nos llegaban correos electrónicos o nos llamaban desde Oakland con diversas iniciativas para llevar a más gente al Oracle Arena. Joe Lacob, accionista mayoritario, hablaba de convertir a los Warriors en una de las mejores organizaciones deportivas del mundo.

Este año parece que ha llegado el momento de afrontar el futuro deportivo. El final de temporada -otra vez castigados sin playoffs- dio inicio a un goteo de contrataciones para las oficinas y el banquillo: Jerry West (asesor), Bob Myers (ex agente de jugadores metido a asistente del GM) y Mark Jackson (falta por ver quiénes serán sus asistentes) como sustituto de Keith Smart en el puesto de entrenador. En el apartado de las despedidas: Robert Rowell, presidente del equipo durante los últimos ocho años y miembro de la franquicia durante 16.

El de Jackson ha sido un ejemplo más de lo que suele ser una ruta segura para ser contratado como entrenador jefe por una franquicia (por ejemplo, Kevin McHale este año o Collins el pasado): hay que dejarse ver en televisión como comentarista para mantener el caché alto. El tiempo dirá si MJ tendrá que pagar cara su nula experiencia en los banquillos.

En cuanto al equipo, su configuración depende de la decisión que se tome en relación a la continuidad de Monta Ellis (octavo anotador de la liga). Desde el final de temporada se han disparado los rumores que le han colocado como moneda de cambio en un posible traspaso. Las selecciones en el draft del escolta Klay Thompson (11) y del base Charles Jenkins (44) no han hecho sino reafirmar esos rumores. Los puestos de 1 y 2 parecen cubiertos de sobra con los dos nuevos, más Stephen Curry (con Ellis, la estrella del equipo) y Reggie Williams. En cualquier caso, la selección de Thompson no soluciona el problema defensivo de los Warriors, aunque sí la cuestión física (KT aventaja a Ellis en ocho centímetros y ocho kilos) y está por ver si puede llegar a ser titular. En cuanto al resto de la plantilla:

Andris Biedrins: el letón es uno de los que pueden ver la puerta de salida. Las lesiones de los dos últimos años han limitado su aportación al equipo y sus estupendos números de hace tres temporadas se han resentido. En caso de salida, se necesitará fichar a un pívot que pueda dar la talla como titular.

Dorell Wright: ha tenido un buen año pero podría entrar en cualquier traspaso.

Ekpe Udoh: el número 6 del draft del año pasado apenas ha jugado 17 minutos de promedio (con 4 puntos). Tiene contrato de rookie y se confía en él.

David Lee: llegó de los Knicks el año pasado y tiene un contrato alto. En principio, se queda.

Reggie Williams: otro escolta anotador con muchos problemas en defensa. Tras pasar su primera temporada profesional en la liga de desarrollo, la pasada ha sido una de las sorpresas de la temporada y siempre ha aportado cuando ha salido del banquillo. Se ha ejercido la opción de su contrato y es agente libre restringido.

Lou Amundson: su puesto volverá a estar en el banquillo (15 minutos y 4 puntos de promedio la última temporada).

Jeremy Lin: ha demostrado bastante poco y, aunque tiene a su favor la cuestión del marketing -por el alto número de asiáticos en la zona y por ser "de casa"- para quedarse, parece que este año lo va a tener complicado.

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Algo se mueve en los Warriors

Este verano ha sido movidito en Oakland. Lo más noticiable para el aficionado fue, quizás, la despedida de Nellie pero para el futuro de la franquicia el cambio de propietario(s) -lo cual también causa del despido de Don Nelson- parece que ha hecho despertar a los Warriors de un largo letargo -una presencia en los playoffs en las últimas 16 temporadas- y puede que se avecinen buenos tiempos.

Por un lado, el departamento de marketing nos "abrasa" a los aficionados con ofertas -entradas, comida y bebidas a mitad de precio, camisetas con la entrada, cupones para el pavo para el día de Acción de Gracias por la cara...-; cambia las camisetas; nuevo logotipo; fichaje "mediático" en la liga de verano; etc.

La cabeza visible de los nuevos propietarios de la franquicia (la lista es larga y de ella se cayó Larry Ellison, que se tendrá que "conformar" con que Oracle siga poniendo nombre al pabellón en el que juega el equipo) es Joe Lacob socio en KPCB una de esas empresas de capital riesgo que abundan por estos lares y que están a la que salta esperando a que aparezca el nuevo Facebook o Google.

A pesar de que se nota que hay cosas que están cambiando para mejor, a Lacob también le ha caído algún palo, como la ocurrencia de nombrar a su hijo Kirk, recién graduado en Stanford, como director de operaciones de baloncesto (está por ver si el verano que pasó trabajando como becario en los Celtics -su padre era propietario minoritario del equipo de Boston- le sirve como experiencia).