Antes del draft de 2010 Landry Fields tenía un título por la Universidad de Stanford, se le señalaba como elección en primera ronda en algún mock draft y había tenido una muy buena temporada en un equipo mediocre (14-18) de una mediocre Pac-10 (sin duda pagando el alto porcentaje de elección de sus alumnos en los drafts de los últimos años, muchos de ellos sin completar los cuatro años). Su selección por los Knicks con el número 39 en la segunda ronda del draft estaba dentro de lo esperado; ni siquiera había recibido una invitación al campus pre-draft.
Un año después, sus promedios de 31 minutos, 9,7 puntos y 6,4 rebotes por partido; sus dos títulos como rookie del mes de la conferencia este; su inclusión en el quinteto rookie de la temporada; y, sobre todo, su actitud en la cancha le han llevado a ser el ídolo de la grada del Madison y hasta de la primera fila, donde Spike Lee suele vestir su camiseta.