Los Knicks siguen con problemas a la hora de hacer limpieza en el vestuario. A apenas una semana para que comiencen los entrenamientos no se ha producido ningún traspaso y eso que jugadores a los que traspasar parece que sobran...
Zach Randolph es uno de los que están en la lista de descartes. Por lo visto, ha habido negociaciones con Memphis para deshacerse del jugador y de su nómina, pero parece que el nuevo equipo de Marc Gasol ha dicho que nones.
Otro, el nombre principal de la lista, es Stephon Marbury. Este verano ha dado que hablar por su visita a la liga de verano, su tatuaje, sus problemas de peso y sus repetidos mensajes a D'Antoni sobre sus ganas de quedarse en Nueva York, y también por los deseos de la franquicia de que cambie de aires. Por el momento, misión imposible, aunque los rumores de un posible traspaso se vuelven a acentuar con el inicio de los entrenamientos a la vista.
Los Knicks necesitan urgentemente a un Bryan Colangelo que consiga la cuadratura del círculo: quitarse de en medio jugadores que no han demostrado demasiado y que ganan un salario desproporcionado y conseguir sustitutos de garantía a precio de "saldo".
Si D'Antony consigue algo -playoffs- con el actual panorama va a tener que ser elegido entrenador del año por decreto.
